viernes, 3 de junio de 2011

La Policía me persigue por ser pobre


"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados"
(Mateo 5, 6)

Alrededor de 25 años atrás, Colombia ha sufrido un cambio total en todos sus niveles; la aparición del movimiento Golconda, marcó de una forma trascendente el caminar del pueblo colombiano; me refiero a un cambio trascendente, porque la ideología de este movimiento no quedó en unos cuantos, sino que llegó a todos los rincones donde la protagonista es la desigualdad y además porque aquel pensamiento ha llegado 25 años después a ser el punto de acción de mucho, principalmente del Clero colombiano.
Golconda nace desde un análisis riguroso que en su momento se le hizo a la realidad de Colombia; esta realidad lanza una conclusión, que quizás se convirtió en el fundamento ideológico del movimiento: “La lucha inagotable de exterminar la desigualdad”
Hablar en primer momento de Golconda, nos remite directamente a hablar del gran impulsador de este movimiento que movió y aún mueve el pensamiento de muchos que están convencidos en lograr la igualdad en las comunidades. Camilo Torres, fue el sacerdote a cargo de la capellanía de la Universidad Nacional, la cual desata una huelga en reclamo de sus derechos; esta manifestación permite que Camilo de sus puntos de vista, los cuales no son bien vistos, más bien fueron considerados como en contra del caminar del Gobierno y principalmente de la Iglesia. Fue así como tiempo después ve como única salida para lograr la igualdad, el ingresar a la guerrilla en la cual muere en un enfrentamiento militar.
El espíritu Camilista siguió llegando a muchas personas principalmente a sacerdotes que movidos por el deseo de cambio, ven en la ideología de Camilo, la solución. Y es así como en el libro “La Revolución de las Sotanas” del periodista Javier Darío Restrepo, se nos relata, más que el hecho histórico de Golconda, nos refiere directamente a unas personas, la mayoría sacerdotes, que guiados por la filosofía Camilista deciden asumir las consecuencias, y construir la tan anhelada justicia social.

Veamos entonces cada uno de estos personajes y lo que desde su esencia querían construir:
·         El profesor Germán Zabala siempre quiso buscar sacar a los campesinos de la pobreza; crea una revolución humana partiendo desde el diálogo y la búsqueda de nuevas oportunidades. Estuvo convencido de logar el cambio en su país y en el mundo, desde una ética comprometida.

·         El sacerdote René García, defendía los derechos de los más pobres y es por ello que decidió ingresar a un grupo al margen de la ley y cumplir este objetivo; su visión de revolución, dice él, es fruto de conocer la acción del Sacerdote Camilo Torres.

·         El Sacerdote Domingo Laín, español, trabajó en Colombia, trabajó como obrero y supo llegarle a las gentes, desde su caridad con los más pobres; hizo una protesta en su comunidad parroquial, ubicada en Cartagena, ya que el gobierno quería demoler aquel pueblito; El padre Domingo impidió esto, lo cual fue aceptado de forma negativa por el Gobierno.

·         El sacerdote Gabriel Díaz, siguió en parte las líneas de Camilo Torres, excepto aquello de que el único medio de lograr la justicia, son las armas; su forma de lograr la igualdad fue ser uno más entre la gente y acompañarlos en sus sufrimientos y llegar a un mayor bienestar.

·         Para el Padre Oscar Vélez, la igualdad comenzaba en el trato ecuánime con los que lo rodeaban; la muerte de dos jóvenes de su comunidad parroquial, hizo que el Padre reflexionara sobre el actuar de la Iglesia con respecto a la Evangelización; el Padre Vélez aseguraba que la búsqueda de la justicia implica en la Iglesia el acercamiento a los marginados, quienes son los favoritos de Cristo.

Vemos entonces como distintas personas, en conexión con lo que Camilo Torres ratificaba: “la Igualdad de los menos desfavorecidos” se vio reflejada en el actuar de los antes mencionados.
El sacerdote Oscar Vélez, del cual ya hemos hablado; dijo en el momento del entierro de aquellos dos jóvenes: ¿Acaso ser joven hoy es un delito? Y esto es sin duda el punto de despliegue de este ensayo, pensando no en los jóvenes, sino globalizando niños, jóvenes y adultos, en aquello que en nuestra sociedad llamamos “pobres” ¿Por qué el pobre?, claro está, porque es el fundamento de todo el caminar del movimiento Golconda. Razón tenía en parte, Camilo Torres al afirmar: “Por falta de una amor eficaz, surge la pobreza en nuestro entorno” la pobreza entonces, nos debe llevar a pensar en quien sufre, en quien llora, en quien padece hambre, ya que su problema, de alguna forma nos compete a nosotros; si el que está a mi lado, sufre, ese dolor es ocasionado en parte por mí, que no soy consciente de la ayuda tan valiosa que le puedo brindar. ¿Qué sucedería si tú, fueras pobre?

REFLEXIONA: ¿ACASO SER POBRE ES UN DELITO?

jueves, 5 de mayo de 2011

¿CRISTIANISMO DE PILA?

Se puede decir que aquellos que hacen alarde de su fe y de su clericalismo son los que menos aman a sus prójimos”
(Camilo Torres, Sacerdote)

El cristianismo en esta nueva era, debe obligatoriamente sufrir un giro total, es decir, pasar de un cristianismo de pila, de nombre, e incluso de tomar el cristianismo como libertinaje, a un cristianismo convencido de lo que se profesa, y lo más importante de un mayor amor al prójimo. Bien lo dijera el Sacerdote Camilo Torres en alguna entrevista que se le hizo: “La identificación como cristiano se hace en relación con la práctica del amor”
El que se hace llamar cristiano, está llamado a su identificación con Cristo, entendiendo que a él lo encuentra en el marginado, en el preso, en el que sufre, en el triste, en el abatido, en el que está alegre, en el campesino, en el ejecutivo, en el joven, en el niño, en el anciano, en las madres… en el PRÓJIMO.

Pero… ¿Qué entendemos nosotros por prójimo? Esta definición debe ir más allá de decir que es quien me rodea o con quien me relaciono; ¿Hay más? Claro que sí, y el cristiano debe aceptar esta definición como norma de vida: El prójimo es el que está cerca del corazón, el que está cerca de mí en las necesidades. Ser prójimo del otro, es la actitud de amor, de solidaridad, de fraternidad, de amistad. Centrémonos de forma particular en la relación que existe entre el prójimo y el amor. Esta relación nace a la luz de las Escrituras: “amarás al Señor tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas con toda la mente y con todo el ser, y al prójimo como a ti mismo”. ¿Cómo vive entonces el cristiano, su relación con Dios y los hermanos?
En el año 1965, el mundo ha sido testigo de la gran celebración del Concilio Vaticano II; particularmente en Colombia, tres años después en Medellín, se celebra la II asamblea General del CELAM. Estos dos acontecimientos dan origen a una nueva corriente teológica en el seno de la Iglesia Latinoamericana: La Teología de la Liberación. Esta buscaba, una respuesta a la vida del cristiano en Latinoamérica liberándose de las injusticias que la misma sociedad se teje.
El amor a Dios y al prójimo es una de las bases de la teología de la liberación. El sacerdote Camilo Torres, un seguidor de esta corriente afirmaba: “fui elegido por Cristo para ser sacerdote eternamente, motivado por el deseo de entregarme de tiempo completo al amor de mis semejantes”. La teología de la liberación afirma que Cristo Jesús no es de unos cuantos, sino de todos, ya que su amor repercuta en todos. El amor no se debe reducir a mi familia a mi grupo de amigos a mi entorno social… ¡no! Éste debe llegar al pobre que clama por la justicia, al cautivo que anhela la libertad, a la analfabeta, al indigente, al marginado en fin a todos los que sufren el oprobio de una sociedad, gobernada por los que tienen.
La sangre de Dios aun se derrama en quienes son rechazados en el actual consorcio. En ello radica el auténtico cristiano que no espera a que el prójimo caiga en su camino, sino que se sitúa en su entorno problemático y se convierte en motivo de ayuda y superación. El hecho de la esclavitud, del la desigualdad, de la injusticia, de la violencia, de las muertes injustas nos deben mover a los que nos consideramos “cristianos auténticos” que saben encontrar en el sufriente, el rostro de Cristo que nos invita a dar más y más amor que nos lleve a romper las ataduras de la sociedad de los pocos y construir un mundo donde la igualdad, el amor y el respeto por el otro, sean las pautas de seguimiento.
El cambio es necesario y la transformación de la sociedad está en manos del que siente la autenticidad de llamarse “cristiano”

“Creemos en una tierra nueva, donde el amor sea la ley fundamental, eso sólo se consigue rompiendo los viejos moldes basados en el egoísmo”
(Línea fundamental de la teología de la liberación)

miércoles, 23 de marzo de 2011

DON SIMEÓN TORRENTE HA DEJADO DE… DEBER (ÁLVARO LEÓN BECERRA)


Bogotá se nos presenta como el escenario de esta obra. Se nos recuerda el entonces pequeño pueblo bogotano, muy arraigado a sus costumbres de tipo político, religioso, familiar, educativo, social, e incluso una defensa por la honra. Por ende la obra es de tipo costumbrista donde se realza la importancia que tiene las relaciones y la defensa de lo que generaciones ha fortalecido durante años.
En el frio mes de noviembre de 1904, nace en una muy humilde familia bogotana, un pequeño que luego daría de que hablar no solo para la historia literaria, sino para la historia nacional; su nombre, SIMEÓN TORRENTE. Su infancia muy normal, pero… el autor resalta un ambiente de pobreza que rodeó la niñez de Simeón.
¿De dónde salió el nombre de Simeón? Pues del ingenio de Epaminondas quien al no estar de acuerdo con los nombres que la familia, reunida por doña Eduvigis sin consentimiento de su Esposo El Coronel, decide hacer caso omiso a las propuestas que sus que estas personas dan a conocer. Al escuchar aquel nombre, todas aquellas personas sin estar de acuerdo lo aceparon, e incluso el sacerdote de la comunidad el cual sin querer aquel nombre, redacta la partida de bautismo.
Su padre, el Coronel Epaminondas Torrente era un conservador, Coronel de la Batalla de Palonegro, hacía ya un tiempo que no recibía su paga y solo ganaba un poco de oro lo que le daba para comer y sostener a su esposa; por el retraso de sus pagos, debía demasiado a muchas personas, junto con su mujer, Doña Eduvigis Collazos de Torrente.
Recordemos que nuestro País, Colombia, ha estado muy ligado a sus raíces políticas por lo cual conocemos dos grandes Partidos Políticos que desde hace años traen consigo sus contiendas, ocasionando la caída en ocasiones hasta de personas que no tienen nada que ver en ningún asunto; estos partidos son el conservatismo y el liberalismo. Pues bien, Don Epaminondas, conservador de puara sangre, tenía sus afrentas con distintas personas de aquella población, por la diferencia en ideologías.
Aquellos años, se resaltan  de manera muy especial, principalmente aquel 1910 en el mes de agosto, cuando el cometa Halley hace su espectacular aparición, lo que ocasionó temor en todo el mundo, creyéndose que este cometa chocaría con la tierra y se acabaría el mundo; entre tantos acontecimientos que sucedieron a causa de este cometa, encontramos a Simeón asustado también, al igual que sus padres por aquel suceso; Simeón entonces había sentido la inquietud de hacer su primera comunión y sin pensar en vestidos e incluso en fiesta, decide hacerla sin la opinión de sus padres. Cierto día que llovía demasiado el joven decide salir y se dirige al templo donde se confiesa y recibe su Primera comunión; un momento de gran alegría para aquel joven, aunque su madre no lo tomó de buena forma.
El niño crecía y junto con él y su familia, crecían las deudas, y menos recursos; cierto día el Coronel inscribe al niño en el colegio donde comienza sus estudios; el colegio de “San Pascual Bailón” dirigido por la señorita Magola Urruchurto. Quizás un tiempo de poco agrado para Simeón donde era tratado con desigualdad, odio, y burla por su escasez y también por su nombre. En aquel tiempo golpeó al páis y al mundo la noticia del asesinato del general Rafael Uribe. La elección de Marco Fidel Suárez como presidente de la República, llevó a que Epaminondas fuera ascendido en su rango, por su interés por el nuevo gobierno; mientras tanto Simeón continuaba en el Colegio recibiendo no solo unos pocos conocimientos, sino el desprecio de la Señora Urruchurto. Simeón se enamoró de una jovencita llamada Margarita, la cual a pesar de su poca atención hacia Simeón, lo hacía enamorarse más y más.  
Bogotá en el año 1920 era un gran pueblo, algunos beneficios habían llegado a la población. El cumpleaños de su padre había llegado y al no tener dinero para un pequeño detalle, decide hacerle un poema llamado “LA HORA DE LAS DEUDAS” la cual llenó de alegría y muchas lágrimas a su Padre.
Suárez ya no está en el poder y aquel nombramiento para Epaminondas no fue concedido; su edad, y además su carta que antes había escrito, diciendo que quería ser destituido, fue escuchada, y además condenado a cadena perpetua. Su edad no le permitía pagar esta pena, así que fue su hijo Simeón quien pagó este castigo. Tras una injustificada acusación, Simeón fue encerrado aquella noticia llena de mucha tristeza a Epaminondas el cual no aguanta aquella noticia y muere. Sale Simeón del calabozo y recibe por parte de su madre aquella noticia de la muerte de su Padre.
El diablo tenta a Simeón con la idea de casarse para darle a su madre la hija que nunca tuvo y para que cumpliese con el mandato de “CRECED Y MULTIPLICAOS” pues así fue; junto con sus deudas y pobreza, Simeón se casa con Librada una mujer igual de pobre la cual conoció en una fiesta a su jefe; Simeón era secretario del Juzgado Tercero del Circuito Criminal, un matrimonio muy modesto con casi todo prestado. Un tiempo después Librada estaba esperando un bebé. Simeón fue nombrado Secretario del Juzgado Primero Superior. Continuando la vida con muchísimas deudas por la creatura q había nacido a la cual pusieron el nombre de Luis, tiempo después Librada llega con la nueva noticia de otro embarazo. Preocupado Simeón busca entre sus deudores un préstamo para preparar todo para la nueva criatura: todos le negaron el servicio y solo por la astucia de Simeón logró sacar una cama doble para los niños. Llegó entonces el día del nacimiento; fue una niña a la cual colocaron por nombre Carmelita (su bautismo: indefinido).
Lo anterior ocurrió en el gobierno del Doctor Olaya Herrera. El nuevo presidente fue el liberal Alfonso López. Colombia empezó a tener cambios: empezando por la reforma a la constitución del 86; fábricas y autos empezaron a robar el silencio de aquella población de la sabana. La constitución y sus cambios trajeron grandes oportunidades al igual que muchos robos y homicidios lo que llenó de trabajo a Simeón en el Juzgado Tercero del Circuito Criminal.
Viéndose Simeón en una gran escasez que no tuvo ni para pagar el arriendo de su casa y a punto de ser desalojado de ella, se le ocurre la maravillosa idea de hacerse el que perdió la memoria, luego se hizo el gravemente enfermo. Al final decide mandar cartas a todos los ricos de Bogotá y algunas ciudades pidiendo la caridad cristiana; de esta idea no llega ninguna respuesta.
Simeón era una persona muy fervorosa y daba gracias a Dios constantemente por lo que tenía y le imploraba su ayuda. En ocasiones se sentía solo y que nadie lo ayudaba e incluso dejaba de ir al templo a rezar, pero luego recapacitaba y volvía pidiendo perdón. Sus problemas de deudas crecían cada vez más y más y en esos días llegó a su hogar una nueva criatura a la que llamó Juan de Dios. Tiempo después Librada tuvo otra niña llamada Ana; ambos, al igual que Carmelita no habían sido bautizados. En 1937 murió doña Eduvigis a causa de una bronconeumonía. 1939 un año grabado no solo en las mentes de todo el mundo sino en la de Simeón: fue el inicio de la segunda guerra mundial y para Simeón, la llegada de un hijo más: Antonio María, aún sin bautizar.
Un día en su trabajo, Silvestre Almorocho, dijo a Simeón que le orara a San Judas Tadeo para que le ayudara en todos los problemas; y fue así como comenzó la hermosa amistad de Simeón y San Judas Tadeo; Simeón comenzó a comprar billetes de lotería y oraba a san Judas para que ganara y en ocasiones ganaba pero con algunas cifras; repetidas veces compró el billete y oraba mas a su amigo San Judas; cierto día cansado decidió dejar su amistad con San Judas Tadeo.
Para acabar de ajustar una niña más llega a su familia: Mercedes. En su trabajo, Simeón contaba con su amigo Ezequiel. Al verse en tantos líos y problemas, Simeón pierde la cordura, la locura invade su ser. Un tiempo después al sentirse tan débil, se le diagnosticó un cáncer gástrico. Al encontrarse en su lecho, manda una carta al rector de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, diciéndole que después de muerto donaría su cuerpo para estudios en aquella Universidad. Aquel día se confesó, y encomendó a su amigo Ezequiel el cuidado de Librada su mujer. Al momento de morir se encontraban con Simeón: el Padre Salustino, Su mujer Librada y su amigo Ezequiel. Simeón extendió de forma horizontal sus brazos los cuales fueron sostenidos por Librada y Ezequiel; los extendió para morir de la misma de aquel, su amigo Jesucristo. Simeón murió y Ezequiel llevó su cuerpo al lugar de la voluntad de Simeón: La Universidad.


VOCABULARIO

·         Acérrimo: Muy fuerte, tenaz o vigoroso.
·         Aciago:  Infausto, infeliz, de mal agüero
·         Agiotaje: Especulación abusiva y sin riesgo para obtener un lucro inmoderado, con perjuicio de terceros:
·         Antípoda: Persona o cosa que está en situación opuesta a algo o alguien.
·         Atusar: Colocar, igualar el pelo con la mano o el peine mojados
·         Barahúnda o baraúnda: Ruido y confusión grandes:
·         Barruntar: Conjeturar, presentir una cosa por algún ligero indicio
·         Batahola: Bulla, ruido grande
·         Bombín: Sombrero hongo
·         Burocracia: Conjunto de funcionarios públicos:
·         Caterva: Multitud desordenada o que se considera de poco valor:
·         Celebérrimo: célebre
·         Consorte: El marido respecto a su mujer y la mujer respecto de su marido:
·         Consuetudinario: Que es por costumbre.
·         Denostar: Insultar, ofender verbalmente:
·         Dirimir: Resolver, poner fin a un desacuerdo:
·         Disímil: Desemejante, diferente.
·         Epónimo:  [Héroe o persona] que da nombre a un pueblo, a una tribu, a una ciudad o a una época
·         Escaramuza: Riña, pelea de poca importancia
·         Estratagema: Acción astuta y engañosa para conseguir algo, especialmente en el arte de la guerra:
·         Exabrupto: Salida de tono, respuesta descortés e insolente
·         Fatídico: Muy desgraciado, nefasto
·         Hilaridad: Risa ruidosa y algazara causada por lo que se oye o lo que se ve:
·         Improperio: Injuria grave de palabra, especialmente la que se utiliza para echar en cara algo a alguien:
·         Inconmensurable: Sujeto sin medida o valuación.
·         Ineludible:  que no puede esquivar una dificultad
·         Jocoserio: tragicómico.
·         Latinajo: Latín malo, defectuoso y macarrónico.
·         Mefistofélico: Diabólico, perverso
·         Melífluo: que es dulce
·         Mohíno: Triste,melancólico,disgustado
·         Oligarquía: Forma de gobierno según la cual el poder es ejercido por un reducido grupo de personas.
·         Ortodoxia: Conjunto de dogmas de una religión o de principios de una ideología:
·         Otrora: En otro tiempo
·         Paladín: Caballero que se distinguía en la guerra por sus hazañas
·         Parangonar: Comparar una cosa con otra:
·         Parsimonioso: Cachazudo,lento,flemático
·         Pléyade: Grupo de personas contemporáneas reconocidas y destacadas, especialmente en las letras.
·         Regicidio: Muerte violenta de un monarca, de su consorte, del príncipe heredero o del regente.
·         Remoquete: Apodo. Dicho agudo y satírico.
·         Rosicler: Color rosado claro y suave de la aurora.
·         Secuela: Consecuencia, generalmente negativa, de una cosa:
·         Tácito: Callado,que no se expresa formalmente,sino que se supone o sobreentiende
·         Trémulo: Que tiembla.